No es solo un café: es la forma de terminar el almuerzo como debe ser
Si has almorzado en la Comunidad Valenciana, sabes que el carajillo no es opcional. Viene justo después del bocata y antes de volver al tajo.
Es ese momento en el que te recuestas un poco en la silla, respiras hondo y piensas: “Ahora sí.”
En Restaurante Panorama, el carajillo se sirve como siempre: con trocitos de canela en rama, corteza de limón y 2 granitos de café.
¿Qué lleva un carajillo “como Dios manda”?
Hay variantes, claro. Cada uno tiene su estilo. Pero en general, el buen carajillo valenciano incluye:
-
Café solo bien cargado
-
Licor a elegir (brandy, ron, anís, whisky…)
-
Azúcar
-
Trocitos de canela en rama, corteza de limón y 2 granitos de café
Eso se llama “el carajillo de Castellón” y aquí, en Panorama, lo hacemos a la vieja usanza: con llama, cuchara y cariño.
Un símbolo del almuerzo valenciano
El carajillo no es solo un final: es un gesto, una tradición, un momento.
En otras partes de España puede parecer raro. Pero aquí, es casi obligatorio. Forma parte de esa pausa que tanto valoramos: sentarse, comer con calma, hablar, reír… y terminar con un carajillo.
¿Sabías esto sobre el carajillo?
-
La palabra “carajillo” viene de “corajillo”, porque antiguamente se decía que daba coraje para seguir trabajando.
-
En algunos bares de pueblo, el carajillo se pide “del terreno”, cuando es con licor casero.
-
Y si eres de confianza, puede que te lo sirvan con dos dedos más de lo habitual.
En Panorama, no se discute: el carajillo se respeta
Aquí puedes pedirlo como tú quieras:
– Quemado o no.
– Con coñac, ron, anís, o incluso crema de orujo.
– Con o sin azúcar.
Pero si es la primera vez, déjate aconsejar. Porque si algo nos gusta en este bar es preparar un buen carajillo para quien sabe disfrutarlo.
La próxima vez que almuerces… que no falte
Estamos en Sant Joan de Moró, y aquí el almuerzo se sirve como toca.
Bocatas, morro, longaniza, cerveza fría… y carajillo como final.
Te lo servimos con llama si hace falta.
Porque el almuerzo sin carajillo… es como un guiso sin cuchara.





Comentarios Cerrados